Roberto Elosua: "Mi incorporación como decano va ligada a la implantación de los grados en Odontología y Audiología General, que responden a la necesidad de la sociedad de profesionales en estas áreas"

Roberto Elosua es catedrático de Epidemiología de la Facultad de Medicina de la UVic-UCC, coordinador del grupo de investigación Epidemiología y Genética Cardiovascular del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) y miembro de la Real Academia de Medicina de Cataluña. Doctorado por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1997, es especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública. Su investigación se centra en el estudio de la epidemiología y las bases genéticas de las enfermedades cardiovasculares y sus factores de riesgo. En mayo de 2022 fue nombrado decano electo de la Facultad de Medicina, cargo que ha ejercido este curso junto al decano saliente, Ramon Pujol, hasta que ahora ha asumido su relevo en solitario.

Coincidiendo con la primera graduación del grado en Medicina, has tomado el relevo del dr. Ramon Pujol al frente del Decanato de la Facultad. ¿Cómo ha sido ese relevo?

Nosotros hemos utilizado un modelo de relieve muy extendido en las sociedades científicas, pero que no es habitual en el mundo universitario: la convivencia durante un curso académico de un decano y un decano electo. Creo que la experiencia ha sido muy positiva. Personalmente, me ha permitido conocer el día a día de la facultad desde la posición de máxima responsabilidad académica, y ha sido fácil por la buena sintonía con el dr. Colina. De cara al futuro es importante planificar y consensuar la transición de responsabilidades, y revisar si se podría reducir a un período más corto.

El dr. Ramon Padrós decía durante el acto de graduación que siguen faltando médicos, a la vez que cada año quedan fuera de la titulación estudiantes que querrían realizar estos estudios. ¿No es una contradicción?

Sí, es una contradicción de nuestro sistema. Cuando yo me gradué había un exceso de médicos y ahora faltan. Creo que debe planificarse el acceso al sistema universitario pensando en las necesidades futuras del sistema sanitario y considerando que los estudiantes que inician hoy el grado de Medicina se incorporarán al sistema sanitario dentro de once años. Dentro de estas necesidades debe considerarse el relevo generacional, el envejecimiento de la población, la incorporación de nuevas tecnologías y las responsabilidades de los diferentes profesionales sanitarios.

¿Qué significa para la Facultad esta primera promoción de médicos?

Para la Facultad representa una meta muy importante: hemos podido desplegar un grado en Medicina en la Cataluña central con éxito. Al principio había voces que dudaban de nuestro proyecto y modelo. No ha sido fácil y aquí debemos hacer un reconocimiento muy especial al PDI, al PAS ya los médicos colaboradores. Sin su trabajo, ilusión y compromiso, ese sueño no habría sido posible.

También para las instituciones sanitarias del territorio supone una gran oportunidad para incluir la docencia universitaria en las actividades de sus profesionales.

¿Cuáles son los rasgos diferenciales que hacen atractivos los estudios de Medicina de la UVic-UCC respecto a otros lugares?

Yo identificaría varios: el modelo pedagógico, basado en la secuencialidad de las asignaturas y la participación activa del estudiante con trabajo individual y en equipo, y el aprendizaje basado en casos clínicos como elemento nuclear del modelo; la formación integrada por aparatos y sistemas para facilitar la comprensión y el conocimiento de la globalidad del cuerpo humano en condiciones de salud y enfermedad; un modelo de prácticas que permite al estudiante el contacto cercano con el paciente en distintos niveles asistenciales para conocer el oficio de ser médico, basado en el profesionalismo y humanismo; una formación generalista de los estudiantes con una visión individual, comunitaria y global de los problemas de salud, con espíritu crítico, y por último, la atención personalizada al estudiante.

Dos de los principales retos que tendrá la Facultad de Medicina el próximo curso son la implantación de los grados en Odontología y Audiología General. ¿Por qué estos dos? ¿Qué aportarán al conjunto de la Facultad?

Sí, mi incorporación como decano va ligada a dos grados nuevos. La implantación de estos grados responde a la necesidad de la sociedad de profesionales en estas áreas. El grado en Odontología será un grado oficial y formará profesionales para mejorar la salud bucodental de las personas y atender a una sociedad cada vez más envejecida y con más patologías degenerativas, pero también para hacer prevención desde la infancia y ofrecer la visión comunitaria.

Por otra parte, el grado de Audiología General comienza como un grado propio y es una apuesta estratégica de la Facultad. La Organización Mundial de la Salud estima que en 2050 habrá 2.500 millones de personas con algún grado de pérdida auditiva y 700 millones (575 millones de adultos y 125 millones de niños) necesitarán algún tipo de rehabilitación (1 de cada 10 personas). Para atender a esta población, además de los otólogos y audioprotéticos, necesitaremos audiólogos para el estudio de la función auditiva de estas personas.

Sabemos que la internacionalización de la Facultad es un tema que le ocupa o le preocupa. ¿Cómo vas a enfocar este aspecto durante tu mandato?

Este tema nos ocupa. Debemos ir alineados con el plan estratégico definido por el Vicerrectorado de Relaciones Internacionales de nuestra Universidad. En este momento ya hemos implementado todo el programa de movilidad de prácticas de los estudiantes de Medicina, y aproximadamente un 40-50% de los estudiantes accede a esta movilidad. Debemos seguir fortaleciendo las relaciones con otras universidades en temas de docencia (on-line o presencial) e investigación. Además, deberemos incorporar los nuevos grados en esta internacionalización. Esta colaboración será especialmente importante en el grado en Audiología General oficial en muchos países europeos.

¿Qué otros retos tiene por delante la Facultad de Medicina a largo plazo?

Tenemos muchos retos para los próximos años. Debemos consolidar el grado de Medicina; esta consolidación debe mantener los rasgos fundamentales del grado, debe arraigar la facultad en el territorio y en sus instituciones sanitarias, debemos revisar el plan de estudios, estar atentos a la innovación del modelo pedagógico con la incorporación de nuevas tecnologías y la inteligencia artificial. Y no podemos renunciar a la cofinanciación del grado en Medicina por parte del Govern para reducir el coste de la matrícula. También debemos desplegar los dos nuevos grados con éxito y obtener el reconocimiento oficial del grado en Audiología General.

Asimismo, la facultad debe ser un elemento clave del IRIS-CC para potenciar la investigación en salud desde el territorio. Y también debe ser un polo de atracción para profesionales que quieran venir a los centros de atención primaria y hospitalaria de la Cataluña central.