Desmitificando las virtudes de la copa de vino al día, en un congreso nacional sobre medicina interna

Julio Basulto, dietista y nutricionista y profesor de la Facultad de Ciencias de la Salud y el Bienestar de la Universidad de Vic – Universidad Central de Cataluña, participó en el 42º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) y el 37º Congreso de la Sociedad Gallega de Medicina Interna (SOGAMI) celebrados entre el 24 y 26 de noviembre en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Galicia, en Santiago de Compostela (A Coruña). Basulto fue uno de los participantes en la mesa redonda “Alcohol y riesgo cardiovascular”, donde los expertos que intervinieron coincidieron en que el riesgo cardiovascular por el consumo de alcohol es mucho mayor que el supuesto beneficio achaca a las bebidas alcohólicas a través de la publicidad.

El consumo de alcohol y la publicidad

Uno de los temas a los que Julio Basulto hizo hincapié fue en explicar que la prensa publicita mucho más los beneficios del alcohol hacia sus consecuencias perjudiciales. También denuncia la publicidad directa, indirecta y encubierta del alcohol ya la que la población se ve expuesta a diario. Basulto argumentaba la necesidad de regular políticas públicas que protejan al público, ya que el consumo de alcohol puede llevar a la adicción y contraer enfermedades agudas y crónicas. También explicaba que buena parte de la publicidad proviene de titulares de la prensa que se basan en estudios que obvian que la correlación no implica causalidad, es decir, que ambos hechos ocurran a la vez no demuestra que uno cause al otro. Por tanto, Julio Basulto argumenta que el mejor mensaje que puede recibir la población es que cuanto menos alcohol, mejor.

Los riesgos superan los beneficios

Los profesionales de la Medicina Interna destacaron que el único consejo posible para la población es que se evite el consumo de alcohol si no se ha consumido nunca, beber menos si ya se ha empezado, e incluso todo abandonar su consumo completamente. Queda evidenciado científicamente que el consumo de alcohol comporta el riesgo de sufrir patologías como la hipertensión o la fibrilación, mientras que las supuestas ventajas no están demostradas.

Los miembros de la mesa también expusieron que los estudios que dicen que el alcohol tiene un efecto “protector” cardiovascular tienen limitaciones: no eliminan a los antiguos bebedores, o no ajustan sus resultados. Por otra parte, en los estudios que sí que tienen en cuenta estos factores no queda demostrado que el consumo de alcohol disminuya el riesgo de morir o el de desarrollar enfermedades cardiovasculares.